Explorando “The Lightmaker” podemos imaginar por la traducción a idioma español que en su temática trata sobre un fabricante de luz, aunque... hay mucho más, detrás de este apelativo descubrimos un maravilloso álbum inspirado en los relatos de las diversas reencarnaciones de un ser que transita los últimos tiempos de su existencia, encontramos en él un viaje introspectivo de vidas, siendo también el motivo del mismo el tributo a un amigo que ya no habita el mundo terrenal, vamos a explorar esta obra musical a través de la emotividad que provocan sus maravillosos sonidos y las causas que inspiraron la misma. 
La historia de Rudy, que es el personaje alrededor del cual gira el concepto de la obra, es la de un ser que ha vivido muchas vidas en sus respectivas reencarnaciones y actualmente está transitando su última existencia, la 1001 de su haber carnal, y el recuerdo de algunas de esas experiencias y las reflexiones motivadas por las mismas. Se han elegido diferentes vocalistas para interpretar los personajes de cada historia mediante un relato lírico que rememora las características de esas reencarnaciones, creándose tramos para el soñador, el explorador, el perdido, el arquitecto, el caótico y otros, que son parte de la evolución del alma de Rudy, siendo los compositores de los mismos Anne Claire Rallo en las líricas y Alexander Lamia en la música y los arreglos.
La presente obra cuenta con los siguientes músicos conformantes de la banda Nine Skies: Alexandre Lamia, guitarras, teclados, piano, arreglos, mezcla y masterización; Anne-Claire Rallo, teclados; David Darnaud, guitarras; Achraf El Asraoui, guitarras, vocalización; Alexis Bietti, bajo y Johnny Marter, percusiones y batería. Contando también con invitados que iremos comentando en el relato de los temas del álbum.
La obra se reparte en ocho tramos, comenzando con la breve intro “An Fanai”, de sutiles teclados y guitarra acústica haciendo la continuación a “The Explorer” donde destaca la voz de Riccardo Romano con una lírica que le permite exponer distintos niveles de vocalización a medida que avanza entre bellas guitarras, susurros y melodías, un tema que fue adelantado en los medios y uno de mis favoritos. “The Dreamer” desarrolla una atmósfera histriónica y cargada de sentimientos en la voz de Martin Wilson, donde escuchamos bellísimos tramos de las guitarras efectuados en principio por David Darnaud y Alex Lamia en su recta final, sumando otra de mis piezas favoritas.
“The Chaotic” es complejo y de un carácter rebelde donde una imperiosa demanda lírica en las voces de Arnaud Quevedo y Laura Piazzai exclaman, para luego, avanzada la mitad del tramo, Adam Holzman se encargue de magnificar la pieza con un maravilloso solo de moog. “The Lost” despliega en la personal voz de Kristoffer Gildenlow una bella intro calma, que al avanzar crece en dramatismo, con las bases del bajo de Kristoffer y las guitarras, enlazando hacia el oscurísimo tramo final. “The Wandered” hace un breve interludio en guitarra acústica y coros que preludia al hermoso “The Haunted” un tramo donde Charlie Bramald vocaliza las reflexiones del alma de Rudy logrando son sus bases instrumentales momentos de elevación emocional intensos acompañados de maravillosas melodías y solos de guitarras, bellos teclados, tramo de guitarra acústica y poesía en un sobrio recitado, un destacado.
“The Architect” se desprende de la climatización de su anterior, haciendo un cambio en la dinámica con la participación del vocalista Achraf El Asraoui avanzando en una bella formación sonora, intrincada, de narraciones comprometidas y formas sonoras eclécticas, armónicas, apoyadas en brillantes músicos invitados como John Mitchell en la guitarra y Marco Minnemann en las percusiones, conformando el hermoso cierre de la obra.
El artwork está realizado en parte por algunos músicos integrantes de la banda, siendo sus creadores: Laurent Wilb, Anne Claire Rallo, Alex Lamia y Steve Anderson, lo que vemos en la portada es una bella ilustración con una figura, Rudy, en una posición que parece observar la vida en perspectiva, redondean a la estética visual de la obra unas hermosas ilustraciones en forma de postales que son parte del merchandising que acompaña al álbum.
Nine Skies es una banda francesa formada en el año 2013 por Eric Boulliette, guitarrista y violinista, quien lamentablemente falleció a causa de una enfermedad el pasado año, no obstante la banda continuó con la realización de la presente obra, quedando registrada la participación de Eric Boulliette en un tramo de guitarra acústica en uno de sus temas, de ahí que la banda dedica la misma a su memoria, un tributo que es una joya musical y que personalmente es mi álbum favorito de la trayectoria de la banda y el quinto que llevan editado.
La historia de Rudy, que es el personaje alrededor del cual gira el concepto de la obra, es la de un ser que ha vivido muchas vidas en sus respectivas reencarnaciones y actualmente está transitando su última existencia, la 1001 de su haber carnal, y el recuerdo de algunas de esas experiencias y las reflexiones motivadas por las mismas. Se han elegido diferentes vocalistas para interpretar los personajes de cada historia mediante un relato lírico que rememora las características de esas reencarnaciones, creándose tramos para el soñador, el explorador, el perdido, el arquitecto, el caótico y otros, que son parte de la evolución del alma de Rudy, siendo los compositores de los mismos Anne Claire Rallo en las líricas y Alexander Lamia en la música y los arreglos.
La presente obra cuenta con los siguientes músicos conformantes de la banda Nine Skies: Alexandre Lamia, guitarras, teclados, piano, arreglos, mezcla y masterización; Anne-Claire Rallo, teclados; David Darnaud, guitarras; Achraf El Asraoui, guitarras, vocalización; Alexis Bietti, bajo y Johnny Marter, percusiones y batería. Contando también con invitados que iremos comentando en el relato de los temas del álbum.
La obra se reparte en ocho tramos, comenzando con la breve intro “An Fanai”, de sutiles teclados y guitarra acústica haciendo la continuación a “The Explorer” donde destaca la voz de Riccardo Romano con una lírica que le permite exponer distintos niveles de vocalización a medida que avanza entre bellas guitarras, susurros y melodías, un tema que fue adelantado en los medios y uno de mis favoritos. “The Dreamer” desarrolla una atmósfera histriónica y cargada de sentimientos en la voz de Martin Wilson, donde escuchamos bellísimos tramos de las guitarras efectuados en principio por David Darnaud y Alex Lamia en su recta final, sumando otra de mis piezas favoritas.
“The Chaotic” es complejo y de un carácter rebelde donde una imperiosa demanda lírica en las voces de Arnaud Quevedo y Laura Piazzai exclaman, para luego, avanzada la mitad del tramo, Adam Holzman se encargue de magnificar la pieza con un maravilloso solo de moog. “The Lost” despliega en la personal voz de Kristoffer Gildenlow una bella intro calma, que al avanzar crece en dramatismo, con las bases del bajo de Kristoffer y las guitarras, enlazando hacia el oscurísimo tramo final. “The Wandered” hace un breve interludio en guitarra acústica y coros que preludia al hermoso “The Haunted” un tramo donde Charlie Bramald vocaliza las reflexiones del alma de Rudy logrando son sus bases instrumentales momentos de elevación emocional intensos acompañados de maravillosas melodías y solos de guitarras, bellos teclados, tramo de guitarra acústica y poesía en un sobrio recitado, un destacado.
“The Architect” se desprende de la climatización de su anterior, haciendo un cambio en la dinámica con la participación del vocalista Achraf El Asraoui avanzando en una bella formación sonora, intrincada, de narraciones comprometidas y formas sonoras eclécticas, armónicas, apoyadas en brillantes músicos invitados como John Mitchell en la guitarra y Marco Minnemann en las percusiones, conformando el hermoso cierre de la obra.
El artwork está realizado en parte por algunos músicos integrantes de la banda, siendo sus creadores: Laurent Wilb, Anne Claire Rallo, Alex Lamia y Steve Anderson, lo que vemos en la portada es una bella ilustración con una figura, Rudy, en una posición que parece observar la vida en perspectiva, redondean a la estética visual de la obra unas hermosas ilustraciones en forma de postales que son parte del merchandising que acompaña al álbum.
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